Eduarda entendió que ya que no solo se trataba de su hija, sino de la vida de miles y miles de niños más que ahora no tan solo no podían ver a sus Padres y Abuelos, sino que al cuidado de estas madres estaban siendo abusados y hasta asesinados por estas o su entorno. Por lo tanto Eduarda entendió que esta lucha debía estar en el mismo corazón de donde salieron todas estas leyes de Género, en todos los parlamentos estatales y nacionales, y esto debía hacerse como partido político. Era ahí donde se debía luchar la derogación de toda ley que otorgara privilegio a una mitad a costa de los derechos de la otra mitad, olvidándose totalmente de los verdaderos derechos del niño, hoy arrebatados por el Movimiento Feminista, el cual intenta decidir cuándo si deben tener un , Padre, un Abuelo, decidir cuándo deben ser felices y cuando morir de sus leyes de aborto y de atenuación automática de penas a Madres por asesinar a sus propios hijos ya nacidos logrando hasta penas de excarcelación.
Es por esto y muchos motivos más que la sociedad necesita de nosotros, de los Defensores Del Varón, porque carecen de derechos, y porque son estos aparentemente los únicos que pueden defender la Niñez de las garras de las Organizaciones de Pedófilos, que vienen intentando desde hace unas décadas normalizar la pedofilia como una nueva orientación sexual, y lo hacen desde las filas del Movimiento Feminista.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.